¡Qué frío!

Cuando a principios de este año los meteorólogos anunciaron que el mes de enero sería el más frío en décadas, algunos nos hicimos la ilusión de que veríamos la ciudad cubierta de blanco. Y aunque al principio estábamos un poco decepcionados porque no nevó en Valencia… nos pusimos muy contentos cuando vimos que… ¡en ituitu sí!

¿Cuáles fueron las causas de tan misterioso y localizado fenómeno metereológico? ¿Tal vez el caprichoso microclima de nuestro patio? ¿O una repentina y prodigiosa capacidad de nuestro equipo  para controlar los elementos atmosféricos?

La verdad es que lo que hizo que nevara en ituitu fue… la ilusión.

Los que habéis llevado a vuestros hijos a ver la nieve sabéis la carita que se les pone cuando la ven. Y nos apetecía ver nosotros también esa sonrisa. Así que este mes hemos hecho un montón de actividades relacionadas con la nieve. ¡Los niños las han disfrutado como enanos!

De modo que ahí van algunas pistas por si queréis repetirlas en casa y hacer que nieve en el salón o hiele en la cocina 😉

Pintura con hielos de colores

Es una forma de trabajar el cambio de temperatura y las diferencias entre frío y calor. Al mismo tiempo desarollan su parte artística dándole color al hielo y pintando.

Muñecos de nieve (con espuma)

Los hemos hecho utilizando espuma de afeitar previamente congelada. Con ellos hemos querido experimentar el tacto de una textura lo más parecida posible a la nieve, y de paso desarrollar su parte creativa, al mismo tiempo que trabajamos la inteligencia natural y espacial. ¡Nos han quedado muy chulos!

Muñecos de nieve (con arroz)

Cada niño iba dándole forma a su muñeco con el arroz, en una actividad que potencia la destreza oculo-manual y sirve también para desarrollar la inteligencia lingüística, ya que los niños iban hablando sobre las diferentes prendas de invierno a medida que se las iban colocando. ¡Y de qué manera! Nos quedaron tan monos como los de espuma o más 🙂

Copos de nieve

Las clases de un año han trabajado con Marta, Sofía y Susana el cambio de temperatura durante el invierno y la diferencia entre frío y calor a partir de los copos de nieve, con una actividad manipulativa a través de la que fomentamos las inteligencia espacial y la naturalista.

Además, hemos aprendido vocabulario relacionado con las prendas de invierno (gorro, bufanda, guantes, abrigo…) y también hemos practicado cómo se usan y a qué parte del cuerpo corresponden.

En la clase de La Granja, Simona ha trabajado el invierno con varios talleres:

-Winter’s colours, en el que los niños desarrollaban la sensibilidad por los colores de la naturaleza en invierno.

-“Las cuatro estaciones”: escuchamos la música de Vivaldi y sonidos de la naturaleza en el invierno, y trabajamos la sensibilidad a los cambio de ritmo y melodía, relacionándolos con las emociones que nos provocan las estaciones y la música, para favorecer así la inteligencia musical e intrapersonal.

Gracias a todas estas actividades el gélido invierno está resultando ser la más divertida de las estaciones… ¡y hasta estamos impacientes por que llegue la próxima ola de frío!

«Hemos superado el reto de hacer comida casera en un centro educativo»

En ituitu consideramos que una alimentación variada y saludable es crucial para el correcto desarrollo infantil. En nuestros menús, que diseñamos siguiendo las pautas de un nutricionista infantil, nunca encontrarás zumos de brik, bollería industrial o palitos de pescado. La comida se elabora en el centro, con productos frescos y de temporada. Platos clásicos de nuestra cocina como el arroz a banda, el pastel de pescado o los crepes de atún tienen ya una legión de pequeños fans que se chupan los dedos cada vez que se los ponemos en la mesa. La principal “culpable” de esto es Maribel, nuestra cocinera. Ella es la responsable de que nuestros peques disfruten por igual de las hamburguesas que de las berenjenas, o de que prefieran un batido de frutas a un donut de chocolate. Por eso, Maribel es para nosotros una pieza fundamental del equipo ituitu, y su trabajo en la cocina, tan importante como el que sus compañeras profesoras hacen en las aulas.

Hola Maribel, haznos una breve descripción de ti misma y de cómo nace tu interés por la cocina.

Desde pequeña me ha gustado la cocina y cocinar para los demás. Hace ocho años, aproximadamente, decidí estudiar cocina y empecé a dar mis primeros pasos en este maravilloso mundo repleto de sabores.

Me gusta cocinar todo tipo de platos y probar nuevas combinaciones. Mis preferidos son los arroces, tanto tradicionales como novedosos; y reconozco que lo que menos me gusta preparar son las croquetas… ¡pero a los niños les encantan!

¿Qué balance haces del tiempo que llevas en la escuela?

Estos casi cuatro años que llevo en ituitu han sido un continuo camino de aprendizaje, sobre todo en cuanto a planificación y organización. Además he podido llevar la cocina “de casa” a un centro educativo, lo cual es todo un reto. Creo que, con ayuda de todo el equipo, hemos conseguido que los niños coman en el centro el mismo tipo de comida casera que comen cuando están con sus familias.

¿Cual es tu función en el centro? ¿Cómo te llevas con los peques?

Elaboro lo que cada día comen los niños en la escuela partiendo de productos naturales y lo menos preelaborados posible. También llevo la comida al comedor, por lo que todos los días veo a los niños y puedo interactuar un poquito con ellos. Me encantan esos momentos tan alegres, cuando les pregunto si tienen hambre, o si se lo han comido todo. ¡Y son tan sinceros!

¿Cuáles son tus metas para este año?

Espero seguir mejorando en la elaboración de las comidas para que nuestros niños crezcan sanos y aprendan a comer de forma saludable y equilibrada.

¿Qué destacarías del equipo de Ituitu?

Su alta implicación en el funcionamiento del centro y en la evolución de los niños. Cada niño es importante y cada persona del equipo es importante.

A lo largo del año organizamos varias fiestas: Halloween, Navidad, Fallas, fin de curso… ¿Cuál esperas con más ganas?

Todas las fiestas que se organizan en el centro me gustan, pero me ilusiona de forma especial la actividad de la granja. Durante un día los animales se instalan en Ituitu y la escuela se transforma y se llena de vida. Es impresionante ver la expresión de los niños cuando tienen tan cerca a los animales y pueden verlos, tocarlos o darles de comer.

¿Qué es lo que te atrajo del proyecto de Ituitu para decidirte a unirte al equipo?

Yo destacaría la variedad en el menú de comidas. Cada mes se elabora un menú distinto, con los productos de temporada de ese mes. Incluso a lo largo del año se introducen elaboraciones nuevas, o se descartan otras en beneficio de que los niños coman mejor.

También se tiene en cuenta las particularidades de cada niño: intolerancias, alergias, si algún día precisan de una dieta especial…

Todo esto hace de este trabajo un reto diario que hay que superar y eso me gusta.

 

Propósitos para el nuevo año

Muchos encontramos en un ciclo que comienza la energía y la motivación para plantearnos nuevos retos. En realidad, en ituitu pasamos por este proceso cada mes de julio, cuando hacemos balance global del curso que ha acabado y establecemos los objetivos para el curso siguiente. No obstante, la llegada de enero marca el principio del segundo trimestre y es un momento ideal para repasar cómo vamos y recalibrar lo que sea necesario.

Para el equipo de ituitu, lo más importante es la experiencia que las familias viven con nosotros. Hemos llegado al final del 2016 con los niños adaptados y disfrutando de su entorno y sus rutinas. Hemos llevado a cabo una encuesta de satisfacción muy detallada y también el feedback de las familias es muy positivo. Sobre esta base de confianza en lo que estamos haciendo y cómo se está llevando a cabo, podemos continuar evolucionando.

Tres son las áreas en las que nos estamos centrando este curso:

  • El entorno en las aulas: comenzamos el curso con la clara proposición de transformar nuestras aulas en espacios aún más interesantes para los niños, más acogedoras y que les transmitian ganas de explorar. Lo hemos hecho eliminando juguetes y mucha de la decoración, introduciendo más recursos sensoriales, fundamentalmente materiales Montessori, y reorganizando los espacios a su medida. Es necesario que gestionar la cantidad de material que los niños tienen a su alcance para que puedan manipularlo, entenderlo y llegar a dominarlo sin sentirse abrumados por demasiadas alternativas.

  • El patio: queremos continuar dotándolo de oportunidades que fomenten la exploración sensorial. Nadie como los propios niños para indicarnos qué necesitan y qué les interesa. Hemos puesto un módulo táctil en la pared, con un montón de texturas, con el que interactúan mucho. Hemos delimitado un aparcamiento para los vehículos para que el orden no sea algo sólo pertinente al aula, y ya pueden disfrutar de su “tipee” para descansar. Estamos considerando otras opciones, como el uso del agua. ¡El reto es mantenerlos secos con el frío que aún hace!

  • Desarrollo del movimiento: hace ya tiempo que venimos dando mucho protagonismo al desarrollo de la autonomía de los niños. Sabemos que cuanto más autónomos son, mayor es su confianza en el entorno y en sí mismos, y mejor es su autoestima. No obstante, el desarrollo de la autonomía depende directamente del nivel de movilidad del niño.

Coger su vaso, servirse agua o ponerse los zapatos, depende de la capacidad de movimiento de sus manos. Subir sola al tobogán o poder llevar su silla de un lado a otro, sin ayuda de un adulto, de su motricidad gruesa. Al mismo tiempo, el desarrollo del movimiento implica una mayor capacidad de manipulación (si puedo alcanzar el objeto que quiero, ¡lo podré explorar!) y de amplitud de horizontes (ahora que me desplazo, puedo descubrir todos los rincones). De este modo, el movimiento global contribuye en gran parte a la visión del mundo que los niños van creando. Por tanto, hay una relación directa entre el desarrollo motriz y el desarrollo psicológico infantil. Para reforzar lo que ya venimos trabajando, estamos invirtiendo en mobiliario especializado. Los primeros muebles Pikler y la famosa tabla curva llegan en febrero. ¡Tenemos muchas ganas de estrenarlos!

Mientras tanto, seguiremos trabajando en el mejor propósito que se nos ocurre, el mismo que nos hemos hecho año tras año, curso tras curso: que ituitu sea la mejor escuela posible para vuestros hijos.