¡Un pequeño tesoro dentro de un tarro de cristal!

En esta etapa de entre los cero y tres años de edad hay tres grandes protagonistas: el desarrollo sensorial, el motriz y el del lenguaje, y ¿qué manera más bonita que trabajando con elementos de la naturaleza?
En esta actividad vamos a aprovechar distintos materiales de la estación en la que nos encontremos en ese momento (en este caso primavera, pero poniendo ya la vista en verano) y vamos a verlos, olerlos, tocarlos y experimentar con ellos.

OBJETIVOS

Activar la curiosidad del niño por la naturaleza.
Mostrar diferentes elementos naturales y que pueda identificarlos.
Relacionar objetos naturales con estaciones del año.
Descubrir la procedencia de los distintos elementos.
Desarrollar los sentidos del tacto, la vista y el olfato.
Enriquecer el vocabulario.
Fomentar la expresión oral mediante la repetición de palabras.
Fortalecer la coordinación óculo-manual.
Perfeccionar “la pinza” de la mano.
Practicar trasvases de elementos de distintos tamaños, favoreciendo el desarrollo de la direccionalidad y de habilidades de “vida práctica” que fomentan la autonomía.
Aprender a respetar los turnos establecidos durante la actividad.

MATERIALES
Un tarro de cristal grande o si se hace de manera individual tarros de una tamaño más pequeño
Diferentes elementos materiales. Por ejemplo, en este caso: piedras de un tamaño más grande, piedras más pequeñas, arena blanca, conchas, rocas, hojas, flores y tierra.
Recipientes para poner los objetos por separado y cucharas para hacer el transvase de éstos al tarro.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

Comenzamos presentando todos los elementos con los que vamos a trabajar. A continuación, vamos introduciendo los diferentes elementos naturales dentro del bote e intentamos hacer una capa gruesa con cada elemento para que se vea bien. Y así iremos completando el tarro poco a poco, capa tras capa…Hasta que quede lleno por completo. Según los materiales que hayamos utilizado el tarro tendrá una imagen u otra ¿Os animáis a probarlo?

Melocotones que saben a caramelo

Con el calor, empieza a llegar a nuestra mesa la rica fruta del verano. Durante estas semanas sigue habiendo fresas deliciosas, ya hay cerezas carnosas y sandías dulces pero es difícil que los melocotones estén en su mejor punto.
Si te encuentras con melocotones o nectarinas algo duros, estas recetas son perfectas para ablandarlos e intensificar su sabor.

Os dejamos la receta más básica y a continuación otra más elaborada.

Ingredientes:
1 melocotón por persona
1 cucharada de café de mantequilla sin sal (para dos melocotones)
1/2 vainica de vainilla abierta por la mitad (para dos melocotones)

Precalienta el horno a 180 grados. Engrasa un pirex de horno con un poco de mantequilla.
Corta los melocotones en mitades y deshuésalos. Ponlos en el pirex boca arriba. Divide la mantequilla entre las cuatro mitades, poniéndola en el corazón de la fruta. Haz lo mismo con la vainilla. Hornea sin cubrir durante 20 minutos, hasta que los melocotones empiecen a caramelizarse.
Quita los trozos de vainilla y riega con el líquido que se haya podido quedar en el pirex. Sirve los melocotones calientes. Están deliciosos con yogur, nata o helado.

Si quieres algo más elaborado pero igual de fácil, extiende una capa de mermelada de moras sin azúcar encima del melocotón crudo. Espolvorea coco rayado, un poquito de piel de naranja rayada y unos trozos de macadamias (si no tienes, utiliza avellanas o nueces). Pon la fruta lista en la bandeja del horno, sobre papel. Pinta ligeramente cada mitad con un poco de aceite de coco o de macadamia.
Hornea durante 30 minutos a 200 grados.
Si quieres probar otras combinaciones, te recomendamos los de ricotta con menta y canela. ¡Para relamerse!