Desde los primeros días de septiembre, el equipo de ituitu se dispone a acompañar a la infancia y a sus familias con una mirada sensible y responsable, sabiendo que nos disponemos a acompañarlas desde el más profundo respeto.
Abrimos nuestras puertas a las familias para empezar a hacer comunidad, para compartir, cuidando hasta el mínimo detalle cada espacio. Un espacio que responde a las necesidades de los niños y niñas, siguiendo una línea pedagógica siempre coherente.
Las primeras semanas merecen la mayor atención individual, mucha paciencia y compromiso. Solo desde la calma podemos transmitir confianza y vamos generando seguridad a medida que ayudamos a las niñas y a los niños a integrar las nuevas rutinas, validar espacios y a vincularse emocionalmente con el equipo docente.
Por eso, a lo largo de estas semanas todo ocurre poco a poco y del mismo modo cada día, con los mismos tiempos, en los mismos espacios y los mismas profes, que les regalan su cariño a diario.
Cuando los hemos visto preparados, hemos empezado con nuestras asambleas matutinas (es un logro que todos se sienten en la alfombra y participen contentos en el proceso, bien sea la canción de buenos días o ver quién ha venido hoy.) También nos sentamos para almorzar, comer y merendar juntos y dormimos una buena siesta del tirón. Los más mayores ya tienen controlados los momentos de higiene y aseo y participan todos en las actividades de grupo.
Cada septiembre hay niños y niñas que encuentran su mayor confort en el patio, un espacio abierto donde pueden explorar a sus anchas. Sin embargo, otros prefieren la seguridad que les ofrece el espacio más reducido de sus aulas. Así, equilibramos los tiempos para que todos tengan su mejor momento. Unos necesitan subir y bajar, a otros les atrae todo lo que involucre el esfuerzo de la mano (meter, sacar, abrir y cerrar).
Sólo cuando hay bienestar emocional podemos introducir nuevos retos y contribuir de forma positiva al proceso de desarrollo de cada uno.
Claves útiles para acompañar de manera consciente el periodo de integración desde casa:
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Motivar:
Hablar sobre la escuela transmitiendo calma y alegría, describir el espacio, anticipar nombres del equipo, qué van a comer, quién los va a recoger, etc.
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Emoción:
Validar sus emociones sin exigencias, verbalizar posibles miedos, ayudando a gestionar sus sentimientos.
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Yo puedo:
Invitar a que sean partícipes del proceso fomentando su autonomía. Por ejemplo, pueden elegir o preparar la ropa el día anterior, preparar algún material u objeto que deban o quieran llevar, etc.
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El tiempo justo:
Las prisas no son buenas. Dedicarles un tiempo de miradas y conexión, deseándoles un buen día y un abrazo. Sin alargarlo.
Estamos convencidas de que lograremos hacer de ituitu un lugar fantástico un año más, del que los niños y niñas no se quieran ir ¡Y lo estamos consiguiendo! Ya hay algunos que se marchan a regañadientes… y no hay mejor testimonio que un niño o niña que quiere quedarse un poquito más.
