Durante el verano, el gazpacho y el salmorejo son los protagonistas de nuestras mesas, pero hay muchas alternativas igual de frescas, sabrosas y sanas, como esta sopa fría de pepino que, al no llevar lácteos, es fácil de digerir.
La elaboración es muy sencilla. Solo tienes que triturar los ingredientes todos juntos. Si se te queda muy espesa, puedes añadir un chorrito de agua fría hasta conseguir la textura deseada.
Prueba y ajusta los condimentos a tu gusto, especialmente el ajo y el vinagre. Es recomendable añadirlos con cautela y poner más si consideras que lo necesita. El limón es imprescindible para que no se oxide la manzana.
A los niños no les suelen gustar los tropezones pero si quieres, puedes añadir unas semillas de sésamo y huevo duro.
Ingredientes:
- 2 pepinos
- 1 manzana (nosotros usamos manzana gala, para que aporte dulzor y no acidez)
- el zumo de medio limón
- 1 diente de ajo pequeño
- 1 cucharada aceite oliva virgen extra
- 1 cucharada de postre de vinagre de jerez
- 1 pizca de sal
- 1/4 taza agua fría (aproximadamente) o un par de cubitos de hielo
- 1 pizca semillas de sésamo tostado (opcional)
- 1 huevo cocido (opcional)
Preparación:
- Pela los pepinos y la manzana y córtalos en trozos medianos y tritúralos con todos los demás ingredientes. Si la vas a tomar inmediatamente, es mejor poner el hielo en lugar del agua. Así, la tomaréis bien fresquita.
- Ajusta de sabor y espesor.
- Si quieres, decora con el sésamo y el huevo. Si la vas a dejar un tiempo en la nevera antes de tomarla, añade los tropezones cuando la sirvas, igual que harías con el gazpacho.