El bebé, a partir de los 6 meses de edad, empieza a interactuar más con el entorno y muestra interés por el mundo que le rodea. Para él o ella todo es novedoso, todo le llama la atención y hay una curiosidad innata por descubrir. Además coincide con el despertar del desarrollo motor, empiezan a moverse más y desplazarse.
Los bebes tienen una necesidad imperiosa de conocer el entorno que les rodea. Toda la información que les permite descubrirlo y adaptarse a él, le llega a través de los sentidos. El entorno preparado, por sí mismo les proporciona toda la estimulación que necesitan, sin tener que proponer actividades sensoriales elaboradas. Los brazos, los besos, las caricias, los abrazos… son la mejor estimulación para nuestros bebés. Así que no escatiméis en esto.
Pero siempre tenemos la opción de ofrecerles actividades para que tengan acceso a diferentes experiencias sensoriales que quizás de otro modo no tendrían.
El juego es la mejor forma de proporcionar estas experiencias de aprendizaje. A través de él podemos estimular sus sentidos, que ayudarán a su desarrollo cognitivo y al desarrollo de las sus capacidades sensoriales. Podemos centrarnos en la estimulación de un solo sentido o bien en la de varios.
Os propongo una actividad sencilla que podéis elaborar en casa con pocos materiales. Se trata de un tablero de estimulación sensorial táctil y visual.
Como su nombre indica es un tablero en el que distribuiremos diferentes materiales para que los bebés puedan tocarlos y exploren con las diferentes texturas y contrastes. Podemos pegarlo en la pared, si ya se pone de pie, o ponerlo en el suelo directamente.
Objetivos de la estimulación sensorial:
Favorecer la construcción del conocimiento, activar el cerebro y los mecanismos cerebrales que procesan la información y producen el aprendizaje. Además puede prevenir dificultades en el desarrollo, y evitar otras añadidas a las discapacidades que presentan los niños con alteraciones del desarrollo evolutivo y emocional.
Materiales necesarios:
Tablero de corcho
Cola
Pompones de colores
Cartón rugoso
Esponja
Pequeñas ramas
Trozos de tela de diferentes texturas
Palos de polo
Estropajo
Desarrollo:
Una vez tenemos los materiales, se trata únicamente de distribuirlos encima del tablero. Yo elegí un tablero de corcho, pero podemos utilizar uno de madera, cartón… Los pegamos con cola y lo dejamos secar unas horas. Y voilá!! Ya tenemos nuestro tablero sensorial DIY. Es muy fácil.