Plan ituitu para una tarde de verano

¡Julio! El columpio se derrite, el tobogán quema y en el parque no se puede estar. Ahí van algunas ideas para esos días de verano en los que es misión imposible hacer con los niños los planes de siempre. Empezamos la tarde de la manera más fresca posible: ¡con un buen chapuzón!

Este año se ha inaugurado en La Marina Real la primera primera piscina natural de València. Está situada en la dársena interior del puerto, frente a La Base. La entrada es libre, y estará abierta desde hasta el 12 de septiembre, con un horario de 11.30 a 19.30. El recinto cuenta con aseos, vestuarios, duchas, flotadores salvavidas, servicio de salvamento y socorrismo y un puesto de primeros auxilios. Es de agua salada, y su calidad, según los análisis que se han realizado, es excelente.

Sin salir del recinto de La Marina, nuestra siguiente parada es el parque infantil.  Tiene tirolina y otras juegos que harán las delicias de los más pequeños. Os recomendamos acudir después del baño, hacia el final de la tarde, cuando ya ha bajado un poco el sol y la cercanía de la playa trae una agradable brisa marina.

Muy cerca de allí se ha montado el EcoKids Market, un mercadillo con muchas actividades: atracciones ecológicas, camas elásticas, tiro con arco, mini golf, gyncana de aventura, taller art, juego láser… ¡y muchas sopresas más!

Después de tantos juegos y ajetreos, se va abriendo el apetito, ¿verdad? Va siendo hora de buscar un sitio para cenar. Nosotros os proponemos estos:

No tienen menú degustación ni estrellas michelín, pero los bancos del paseo marítimo pueden ser un «restaurante»  perfecto para comer con niños. A ellos les encanta ir de picnic, las vistas son inmejorables y hay espacio de sobra para jugar después de cenar. También son una buena forma de comprobar que para pasarlo bien no hacen falta grandes lujos, sino buen humor y un poco de imaginación para convertir una situación cotidiana en una pequeña aventura.

Y después de cenar… ¡al cine! Y en la sala más amplia y con el aire más «acondicionado» de la ciudad: ¡la playa! Del 4 de julio al 29 de agosto, la orilla del mar será el escenario perfecto para disfrutar de una variada programación de películas para todos los públicos. Además, unas horas antes de la proyección, de 18 a 21 h, se realizarán en la misma playa talleres para niños y actividades de animación infantil. Podéis consultar la programación completa aquí.

Ha sido un placer compartir con vosotros los #planesituitu durante estos meses. Esperamos que os hayan servido para atesorar un puñado de buenos momentos con vuestros hijos y volveremos con nuevas propuestas de ocio infantil y familiar a partir del curso que viene.

Hasta entonces… ¡feliz verano!

Clay Medallion decorated with natural elements

Growing children have a built-in curiosity. A simple pebble or a piece of twig are enough to raise their curiosity and keep them occupied playing and scrutinising. This will help them to become observant, imaginative and creative.

What is Naturalist Intelligence?

People with Naturalist intelligence have an appreciation for Nature. Naturalist intelligence focuses on how people relate to their natural sorroundings. Naturalists can easily distinguish patterns in Nature. They are good at discovering the wonders of Nature and enjoy the outdoors.

Naturalist Intelligence is one of the several types of Intelligence.

The objectives of this activity are:

To discover different textures, smells and colours through decorating the clay medallion.
To enhance their creative ability.
To learn to appreciate Nature.

Materials for the activity:

Clay
Different natural elements, e.g. pebbles, twigs, leaves, flowers, shells, etc.
Rolling pin
Baking paper (for the medallion to sit and dry)

Steps of the activity:

First we made balls of clay big enough to fit the children’s hand. Then we flattened them with the rolling pin to achieve the look of a pancake. Smooth the edges to make it evenly round. The children then started to decorate their medallion with their desired decorations. When they had finished decorating, we then transferred each of the medallions into individual baking paper. Then we set them aside for the medallion to dry.

This medallion can be used as a paper weight or just a decoration on your mantelpiece.

Un ituitu más verde – a greener ituitu

Desde el principio, ituitu fue concebido para ser respetuoso con el medioambiente. Los ficus del patio contribuyen a un aire más limpio. El huerto no solo da la bienvenida a lombrices, bichos bola o mariposas, sino que ayuda a nuestros niños y niñas a crecer cuidando su entorno.

La ventilación cruzada de los espacios está diseñada para permitir un consumo energético responsable. Los materiales de las aulas son fundamentalmente de madera, o de elementos naturales como el bambú o la hoja de palma.

También hemos sido siempre fieles en nuestra forma de trabajar a las famosas “tres R” – reciclar, reutilizar y reducir-.

Pero nuestra escuela ha ido creciendo, y con ella nuestra huella medioambiental. Por eso hemos querido poner en marcha una iniciativa para reducirla: “A greener ituitu”. Estamos definiéndola como un marco de actuación amplio, con medidas a corto, medio y largo plazo, pero mientras lo terminamos, hemos decidido no perder ni un momento y adoptar ya algunas medidas.

-La primera: declararle la guerra al plástico. Hemos instalando grifos de agua por osmosis, lo que eliminará más de 5000 botellas de plástico al año. También hemos dejado de consumir cientos de bolsas de plástico, sustituyéndolas por bolsas de compost y biodegradables. Con la colaboración de las familias, las meriendas ya no se dan en papel de aluminio o film, sino que cada uno tiene su fiambrera. Los elementos de plástico que ya tenemos, como los vasos, los seguiremos utilizando y buscaremos alternativas cuando haya que sustituirlos.

-Las nuevas papeleras en recepción son para fomentar el reciclaje en las zonas de paso de las familias. Las de Ecoembes estarán en todas las aulas a partir de septiembre.

-Por último, pero no menos importante, lanzamos el primer reto familiar el 15 de junio, con la campaña “Libera 1 m2” de SEO Birdlife. Seguiremos con los retos el curso que viene, y esperamos que tengan tan buena acogida como la ha tenido el primero.

¡Este ha sido el empujón inicial! Estamos valorando la viabilidad de todo tipo de medidas, tan variadas como el uso alternativo del agua que se desperdicia con la osmosis, el consumo de las toallitas limpiadoras que son tan sumamente contaminantes o la posible instalación de placas solares. Algunas serán factibles y otras tal vez no, pero queremos estar seguros de haber considerado todas las posibilidades. Por ello agradecemos cualquier sugerencia directa o dejada en el buzón que hay en la entrada de la escuela.

La reacción de nuestra comunidad ha sido muy, muy positiva, y estamos seguros de que con la colaboración de todos, podremos hacer mucho más, porque como rezan las pancartas del movimiento Fridays for Future… ¡no hay plan(eta) B!

Polos de sandía y kiwi

Con la llegada del calor, no hay niño que no quiera un helado o un polo. Es una oportunidad genial para que coman fruta y además, para pasar un buen rato en familia haciéndolos juntos.
Esta receta nos encanta porque es refrescante, muy vistosa y facilísima de hacer. Además, no lleva lácteos.

Ingredientes para seis polos

Para la parte de sandía:
Media sandía
Un plátano
Un puñado grande de arándanos
Miel
Una pizca de sal

Para la parte de kiwi:
Dos kiwis
Un plátano
Un molde para hacer seis polos.

 

Preparación:

Corta la sandía y el plátano en trozos y tritura todo junto con la miel y la sal, hasta tener una mezcla homogénea. Rellena hasta dos tercios de cada molde de los polos y congela 20 minutos. Sácalos del congelador y añade unos arándanos a cada polo. Vuelve a congelarlo 30 minutos más.

Mientras, tritura los dos kiwis pelados y el plátano. Vierte sobre los polos de sandía medio congelados. Pon los palos de los polos. Nuestros preferidos son los moldes que vienen con el palo y la tapa juntos porque así son más estables y siempre salen rectos. Si no, los palos de madera también son una buena alternativa.

El plátano es un gran aliado para hacer helados naturales. Con dátiles para endulzar y chocolate puro en polvo, tendréis también un snack perfecto para los más golosos.

Un fin de curso diferente

Ocho cursos enteros y siete festivales. Siete puestas en escena con todo el cariño del equipo de ituitu y todas las ganas y esfuerzo de nuestros pequeños artistas.

Durante los últimos siete junios, nos hemos puesto manos a la obra, nunca mejor dicho, para escribir historias bonitas, con algún mensaje emotivo que nuestros niños y niñas interpretasen con sus coreografías. En estos años, la escuela ha ido creciendo y también la sofisticación del festival, hasta el punto de poder aprovechar la ocasión para explorar temas que son importantes para nosotros, como la diversidad y la inclusión, que fue el foco de la fiesta del año pasado. El festival ha sido un éxito todos los cursos y las familias han agradecido de corazón el esfuerzo para llevarlo a cabo.

No obstante, año tras año nos asalta la misma duda: “¿Para quién es el festival, para las familias o para los niños? Si es para las familias, ¿es el festival lo más amable para sus hijos? Si es para los pequeños, ¿es el festival lo que más pueden disfrutar?»

En nuestra experiencia, se lo pasan muy bien con los ensayos y una gran mayoría también lo hace con sus disfraces, pero la función en sí lo cambia todo. Suelen ser días muy calurosos y hay mucho que hacer. Montar, ensayar, vestirlos, animarlos y también calmarlos. Y cuando llega la hora, hay doscientas personas en el público. ¡Quién no se pondría nervioso o se bloquearía! Normalmente, los bebés y los grupos de 1-2 bailan un poquito solo y la cosa se anima con los grupos de 2-3. Por supuesto, siempre hay alguno que llora y aunque sus profes les acompañan, se nos rompe el alma. El año pasado, cuando salió el primer grupo de “los mayores”, escuché a una abuela decir: “¡ahora sí!” En ese momento supe que teníamos que replantearnos el fin de curso.

Como equipo, tenemos claro que queremos poder celebrar el año que hemos pasado juntos y despedirnos con alegría, disfrutando los unos de los otros, de mayores y pequeños. Las familias han formado muchos lazos dentro de sus propias aulas y los niños tienen fronteras más amplias. Tienen amigos en las clases contiguas y referentes también en otras profesoras.

El equipo al completo se ha volcado en estas celebraciones y la participación de las familias con las meriendas y en los juegos ha sido impresionante. El balance es muy positivo y estamos muy agradecidos. Muchísimas madres y padres nos han dado la enhorabuena por el nuevo formato, más natural, entrañable y respetuoso. No obstante, no deja de ser una “primera vez” y como la experiencia es un grado, ¡ya tenemos ideas y sorpresas para el curso que viene!