Un año más celebramos la Navidad en familia…y ¡nunca mejor dicho!

Es tradición en los centros educativos celebrar la Navidad con festivales de villancicos, bailes y disfraces. A nosotros nos gusta aprovechar cada ocasión para compartir la escuela con las familias, ofreciendo distintas propuestas para que mayores y pequeños disfruten de un rato jugando juntos.

Este año, tras el éxito de la celebración de Halloween, exploramos en equipo el significado y el propósito de las celebraciones escolares. Para nosotros, es importante reunirnos para disfrutar conectando con las familias, que madres y padres pasen un buen rato con sus hijos en “su espacio”, que las familias se conozcan un poco mejor y conseguir todo esto transmitiendo nuestros valores.

Dentro del marco del proyecto “un ituitu más verde”, en Halloween mostramos algunas de las terribles consecuencias de nuestros hábitos de consumo y estilo de vida y para Navidad, hemos querido recordar que no hay nada mejor que regalar recuerdos y que éstos bien se pueden forjar en casa, sin necesidad de ir muy lejos, con juegos sencillos que podemos elaborar fácilmente.

También hemos querido celebrar la Navidad de la forma más respetuosa. Respetuosa con el medio ambiente utilizando materiales reciclados para las actividades, respetuosa con las familias ofreciéndoles tiempo de calidad y sobre todo, respetuosa con los niños. Este es un proceso que comenzó hace unos años, cuando empezamos a rebajar el contenido de los regalos que se llevaban las familias a casa. Una felicitación, un adorno navideño, mermelada casera, unas galletas… todo elaborado por sus hijos. Esto suponía varias semanas de actividades dirigidas, con objetivos muy concretos que cumplir.

Poco a poco, fuimos dando más protagonismo al descubrimiento de los niños de las tradiciones de esta época del año y menos al producto que elaborarían para sus familias. También por ser lo más respetuosos posible, este año no ha habido disfraces. Para muchos, es algo incómodo y preferimos esperar al Carnaval, que está a la vuelta de la esquina. Al mismo tiempo que hemos reducido en elaboración de regalos y disfraces, hemos mimado los recursos del aula y la Navidad está presente en un montón de rincones de la forma más sutil, desde actividades de psicomotricidad fina hasta la definición de series.

El resultado ha sido un trabajo más pausado y más detallado sobre la Navidad y una fiesta más íntima, quizá menos vistosa ,pero hecha a su medida, que hemos disfrutado muchísimo.

 

DIY: Decoraciones navideñas

Las vacaciones dan mucho juego para pacer cosas juntos. Un paseo, unas galletas caseras o unos adornos navideños son de nuestras actividades en familia favoritas, tanto por el proceso como por el hecho de que los niños pueden disfrutar de su resultado al final. En el caso de las galletas, porque se comerán lo que ellos mimos han elaborado y en el caso de los adornos, estarán satisfechos al ver su aportación a la decoración de la casa.

Hoy os proponemos hacer estos adornos con elementos naturales. Nada mejor que salir a dar un paseo y traerse a casa tesoros que hayamos encontrado por el camino (piñas, palos, piedras, hojas, etc…)

Con tres palitos, unas ramitas con hojas verdes o flores, si lo preferís, y cuerda de pita o hilo rojo o verde, se pueden elaborar unos preciosos arbolitos como estos.

Los palos los hemos pegado con silicona para que dure más, pero se pueden atar con la propia cuerda de pita.

En el vértice superior, haced con cordón o pita el colgador y ¡ya está listo para decorar el árbol de Navidad!

 

 

 

Pasta con brócoli y panceta

La pasta es siempre uno de los platos favoritos de los niños. Asegurarse de que no la toman sólo con tomate está en nuestra mano y es una oportunidad genial para introducir una gran variedad de verduras. Con este plato, de fácil elaboración y delicioso para toda la familia, podemos conseguir que se acostumbren desde pequeños al color verde en la comida y que de ese modo no la rechacen más adelante.

Ingredientes:

  • 300 gr Penne/macarrones (aunque también puede hacerse con espagueti)
  • 1 brócoli
  • 2 dientes de ajo
  • 150 gr de bacon o panceta
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Parmesano rallado

Elaboración:

Corta el brócoli en arbolitos pequeños y el ajo en láminas. Fríelo todo con el aceite de oliva. Cuando esté listo, retira el ajo y tritura el brócoli con una batidora. Puedes añadir un poco de agua (de la misma pasta) o de caldo de verduras, dependiendo de lo espeso que lo que quieras. En la misma sartén, fríe la panceta o bacon. Añádele el brócoli triturado y mézclalo todo con la pasta.

Cuando te parezca oportuno, puedes empezar a dejar algunos trozos de brócoli enteros.

Sirve con parmesano rallado al gusto… ¡y a disfrutar!