Nuestro aire más limpio y nuestros niños más protegidos

La incorporación de los niños a las escuelas infantiles suele venir de la mano de constipados, gastroenteritis o una infección viral como el boca-mano-pie, en algún momento. A unos les afecta más que a otros, pero es cierto que es un temor compartido por todas las familias. Los niños aún están desarrollando sus sistemas inmunológicos y de una forma u otra, quedan expuestos al contagio. También el equipo docente, que está tanto tiempo en contacto con los niños.

En ituitu tenemos un protocolo establecido para minimizar esos contagios, que incluye la desinfección de los materiales, así como una política de 24 horas en casa sin síntomas de enfermedad. Esto ayuda a mantener los virus controlados. No obstante, con el fin de proteger aún más su bienestar, y así paso contribuir a mejorar la conciliación laboral (porque todos sabemos lo difícil que puede ser cuando los niños están malitos), hemos instalado generadores de ozono en nuestras aulas.

El ozono es un aliado valioso para la limpieza y desinfección. Purifica el aire de microorganismos patógenos y, además, elimina los olores que a veces, con los pañales, pueden ser desagradables.

 ¡Esperamos que la experiencia sea muy positiva para todos!

 

 

«Espero disfrutar muchos años aprendiendo de cada uno de los niñ@s de la escuela»

Retomamos nuestra sección de entrevistas con Marta, profesora auxiliar en las clases de The Forest y The Rainbow, a la que estamos muy contentos de dar la bienvenida de nuevo después de que formara parte de nuestro equipo hace algunos años.

Me llamo Marta Saez-Merino. Me considero una persona muy sonriente, amable, amiga de mis amigos, respetuosa y cariñosa. Desde siempre me ha interesado la educación. Cuando empecé la carrera, trabajaba dando clases particulares de inglés a niños pequeños y fue entonces cuando me di cuenta de que mi vocación era ser educadora. Me encanta enseñar y aprender lo que los niños nos muestran todos los días. Los niños deben de sentirse protegidos y al mismo tiempo, libres de poder desarrollar sus propias capacidades. Creo que la educación infantil debe dar esa oportunidad.

¿Qué experiencia has tenido en el campo de la educación antes de incorporarte a ituitu?                                   

Llevo dando clases de inglés desde los dieciocho años, al principio eran clases particulares en un colegio en Madrid y luego en escuelas infantiles, donde he trabajado los últimos 6 años. De hecho, trabajé en ituitu hace varios años. Me fui por motivos personales y ¡estoy feliz de estar de vuelta!

¿Qué balance haces del tiempo que llevas en la escuela?         

El balance de mi primera experiencia en ituitu fue muy positivo y eso tiene mucho que ver con que esté aquí de nuevo. Con las semanas que llevamos de curso, puedo decir que estoy encantada de volver a formar parte de este equipo otra vez. Tanto mis compañer@s como las familias me han recibido con los brazos abiertos. Los niños son maravillosos, súper cariñosos y juguetones. ¡Disfruto muchísimo con ellos!

¿En qué clase estás? ¿Cómo te llevas con los peques? Cuéntanos un poco cómo son, qué actividades haces con ellos, cuáles les gustan más y cuáles menos…

Soy profesora de inglés y auxiliar de dos de las clases de dos años, The Rainbow y The Forest. Desde el primer día, he podido conectar muy bien con todos los peques. Cada uno es un mundo diferente y me encanta observar como se relacionan entre sí. Este mes nos hemos centrado mucho en que se sientan seguros y cómodos aquí, estableciendo hábitos y rutinas. También buscamos el equilibrio entre el “trabajo” individual y las actividades de grupo. En la asamblea nos damos los buenos días y nos vamos conociendo, cantamos, les cuento cuentos para ejercitar el lenguaje, almorzamos juntos, jugamos juntos, trabajamos mucho el desarrollo motor y disfrutan de todos los recursos de aula, que también es muy importante porque cada uno tiene un niñ@ distinto dentro de sí.

La actividad con la que más disfrutan ahora mismo es hacer torres con los bloques de construcción e identificar los colores. ¡Nos lo pasamos genial!

¿Cómo está siendo la adaptación de los niños en este inicio de curso?

La adaptación está siendo buena. Como ya hemos comentado, somos muy conscientes de que cada niño necesita su propio tiempo y hemos invertido en conocer los espacios, los compañeros y las rutinas. Todo despacito y poco a poco. Las familias han aportado muchísimo siguiendo los consejos que les dimos y estamos muy agardecidos.

¿Cuáles son tus metas para este año?

Mi meta para este año es que los niños aprendan mucho inglés, divirtiéndose al máximo y disfrutando de cada día, con una sonrisa y mucha ilusión.

¿Qué destacarías del equipo de ituitu?

El equipo es una gran familia. Nos ayudamos, nos escuchamos, compartimos ideas y experiencias. El ambiente de trabajo es positivo, siempre hay una sonrisa en cada una de las compañeras y si necesitas algo ellas te ayudarán, sin ninguna duda.

A lo largo del año organizamos varias fiestas: Halloween, Navidad, Fallas, fin de curso… ¿Cuál esperas con más ganas?

A mí me gustan todas las fiestas, no tengo una favorita, pero si hay alguna que espero con más ganas es Navidad. Para mí, es un momento de compartir y estar con la familia. Los niños se convierten en familia a lo largo del año y me gusta poder compartir con ellos esos momentos tan especiales.

¿Qué es lo que te atrajo del proyecto de ituitu para decidirte a unirte al equipo?

Lo que más me atrajo del proyecto de la escuela es dejar que cada peque desarrolle sus capacidades a su propio ritmo, sin ningún tiempo marcado. Me encanta el entorno de la escuela, todo el material a disposición de los niños, el huerto donde los niños pueden ver las frutas y verduras que se cultivan.

Espero poder compartir muchas experiencias y disfrutar de muchos años aprendiendo de cada uno de los niñ@s de la escuela.

¿Qué nos traerá este nuevo curso?

¡Este va a ser un curso especial! Hemos definido unos objetivos por los que el equipo entero comparte mucha ilusión, cuyo fin no es otro que mejorar la calidad de nuestra atención al desarrollo de los alumnos de ituitu y del entorno en el que vivimos.

El mundo está en continua evolución y eso debe verse reflejado en los centros educativos de cualquier etapa. Por eso, los objetivos de este curso son el siguiente paso natural de un proceso que comenzó hace ya unos años, con la incorporación de principios clave Montessori y la transformación de nuestros espacios. El curso pasado sentamos los pilares de la disciplina positiva y ahora seguimos avanzando en la atención a los alumnos con la programación más flexible de la que ya os hablamos aquí y con la incorporación de la neuroeducación en nuestro trabajo diario. Este es un campo muy amplio, por lo que es muy probable que sea una iniciativa que dure más de un curso.

Más allá de nuestras aulas, todos lo que formamos parte de itutiu compartimos la preocupación por el medioambiente y por las condiciones en las que tendrán que vivir futuras generaciones. Por eso, “A greener itutiu” es un proyecto importante este curso, con el que pretendemos reducir la huella medioambiental de la escuela y promover mejores hábitos entre nuestras familias. Así, el impacto colectivo será mayor. ¡Estamos deseando que toda la comunidad se implique al máximo!

Por último, pretendemos que ituitu crezca el curso que viene abriendo el segundo ciclo de infantil (3-6 años), lo que supone terminar de desarrollar el proyecto en los próximos meses y ponernos manos a la obra…¡literalmente!

Pasado septiembre y con grandes y pequeños ya adaptados, estamos…

¿Qué es la neuroeducación y cómo se aplica en la escuela?

Vivimos en un entorno en continua transformación y en ituitu sabemos que los centros de educación tenemos el deber de seguir evolucionando. Más allá de nuestra filosofía de mejora continua, que nos ha definido desde los inicios, es imprescindible seguir siendo relevantes. Para nosotros, eso significa ser referentes en calidad educativa y aplicar los conocimientos más adelantados.

De ahí nace nuestro interés por la neurociencia, una disciplina que estudia el cerebro, su plasticidad, procesos y funcionamiento. Enfocado a la educación, nos ayuda a determinar los periodos sensibles del desarrollo y las mejores condiciones para el aprendizaje. Así, la neuroeducación nos enfoca a mejorar las estrategias del desarrollo educativo y los procesos de enseñanza. Es con este objetivo que nos hemos embarcado en un proyecto fascinante, de la mano de La Biblioteca de Alejandría, expertos en neuroeducación y referentes en Valencia, con una amplia experiencia en la implantación práctica de protocolos y contenidos en centros educativos.

Con su ayuda, hemos hecho un análisis detallado de nuestros espacios, recursos, rutinas y prácticas, desde la perspectiva de la neuroeducación. Esto se traduce en ajustes, cambios o novedades, a menudo casi imperceptibles para las familias y que consideramos importante que conozcáis. Lo haremos en una sesión presencial en noviembre. No obstante, aquí os dejamos algunos ejemplos.

En lo que a espacios se refiere, las aulas de 2 años son menos diáfanas que antes, para que los niños aprendan a moverse con precisión; y hemos bajado algunos techos con lámparas y plantas para hacerlos más acogedores.

¿Habéis notado que no hay animales de juguete en las aulas? Esto es porque debe haber una relación directa entre el descubrimiento en el mundo real para luego trasladarlo a objetos 3D e imágenes. Un elefante no significa nada para un niño, si no lo ha visto antes. Por eso, hemos ajustado los materiales que hay en las aulas a la planificación anual de los centros de interés. Es decir, que los animales salvajes se introducirán después de que vayamos al Bioparc; los de la granja, cuando vengan a la escuela; y los marinos, en 2 años, cuando vayamos al Oceanográfico.

Siguiendo estos principios, hemos seleccionado con mimo los materiales de las aulas para facilitar el periodo de adaptación. Aunque unas gafas de sol en una bandeja, pueda parecer un sin sentido, ¿qué niño no ha jugado con las gafas de sus familiares este verano? También en todas las aulas hay una bandeja con arena, conchas y piedras y otra con algunos medios de transporte conocidos. Todo ello con la finalidad de facilitar la transición de las vacaciones de verano al cole.

En rutinas, hemos unificado el saludo y la despedida tanto en castellano como en inglés. Es decir, que todos los días damos los buenos días y el adiós con exactamente las mismas palabras. Esto no sólo permite un mejor desarrollo del lenguaje, sino que además proporciona mayor seguridad y confianza. También les proporciona más confianza para ir identificando su grupo.

 A ello van a contribuir también pequeños detalles como tener sus fotos en la pared o favorecer el contacto físico durante la Asamblea: por ejemplo, que se den las manos durante una canción, o simplemente que estén sentados juntos, hombro con hombro.

A las fotos de ellos y sus compañeros, hemos añadido imágenes de las distintas partes del patio, lo que les ayuda a identificar espacios y a ir sintiéndose seguros en su nuevo entorno.

Una lista larga de detalles y ajustes que no dejan nada al azar, en un esfuerzo por proporcionar las mejores condiciones para que el proceso de aprendizaje sea significativo, motivador y respetuoso con cada uno, sin prisas ni expectativas.

Lejos de ser un recetario, este es un proyecto a medio plazo de transformación paulatina, que seguiremos trabajando a lo largo del curso, reflejando y acompañando el proceso evolutivo de nuestros niños y niñas.

Polenta chips

Cada vez son más las familias que se interesan por la crianza respetuosa o con apego. Aunque no hay una única definición de lo que esto significa, suele incluir muchos aspectos, desde el parto natural, la lactancia materna, el porteo, el colecho, la disciplina positiva y en cuanto a alimentación se refiere, el “baby led weaning” (BLW).

Hoy os traemos una receta sencilla y riquísima para todos los niños, incluso para aquellos que siguen el BLW, ya que es blandito, se puede coger fácilmente con la mano y no hay riesgo de atragantamiento.

Polenta chips:

La polenta está hecha a base de harina de maíz y es una buena alternativa al arroz, la pasta o las patatas, como fuente de hidratos de carbono. El inconveniente es que puede ser muy sosa. Con esta receta, está mucho más sabrosa.

Ingredientes:

  • 100 gr. de polenta rápida
  • 500 ml. de caldo de verdura o de pollo
  • 25 gr. de parmesano rallado
  • Aceite de oliva

Pon la polenta en un cazo y añade el caldo poco a poco, removiendo continuamente para que no se formen grumos. A fuego medio, deja que llegue a hervir y lo haga durante 5 minutos. Verás que engorda muy rápidamente y que “escupe” como un pequeño volcán. Esto es normal. Asegúrate de remover con frecuencia para que no se pegue.

Apártala del fuego, mezcla bien el parmesano y vierte la mezcla en un pírex, molde o bandeja de modo que quede extendida en una capa de 1.5cm de alto. Déjala enfriar.

Cuando esté totalmente fría, córtala en forma de patatas fritas, gajos o como tú prefieras. Píntalas con aceite y mételas a horno a 190 grados durante unos 20 minutos. También puedes freírlas en una capa fina de aceite de oliva.

Son un acompañamiento perfecto para platos como guisados o albóndigas y geniales para el proceso de baby led weaning. ¡Esperamos que las disfrutéis!