Se acerca, se acerca… Y por fin llega el tan esperado fin de semana, pero estamos en invierno y se hace pronto de noche, hace frío, llueve… Y nos encontramos con los niños en casa y con muuuuchas ganas de hacer cosas.
Por eso he pensado compartir con vosotros esta propuesta tan sencilla y divertida que hará disfrutar a mayores y pequeños. ¡Vamos a crear nieve artificial dentro de casa!
Se trata de un experimento elaborado con materiales no tóxicos y comestibles. Hacer nieve artificial es tan sencillo como mezclar bicarbonato sódico con agua. Esta actividad favorece la creatividad y es una fuente de estimulación sensorial muy divertida.
Objetivos de la estimulación sensorial:
Desarrollar en el niño la capacidad de “interpretar” la información recibida a través de los sentidos, con el fin de lograr un buen desarrollo psicomotor: motricidad fina, gruesa y coordinación, además del lenguaje, la socialización y su autonomía.
Materiales necesarios:
3 vasos de bicarbonato sódico
1 vaso de agua
1 cuenco
moldes de plastilina, moldes de galletas u otros recipientes.
Desarrollo de la actividad:
Se vierten los tres vasos de bicarbonato en el cuenco y se va añadiendo poco a poco el agua. Mezclar hasta tener la textura adecuada. El bicarbonato debe quedar mojado para no pero no encharcado. Por ello os recomiendo ir añadiendo el agua muy poco a poco. Si se guarda en un recipiente cerrado y conforme se va secando, se le añade agua, se puede alargar la diversión por mucho tiempo. Utilizando moldes de galletas, o de plastilina, la diversión para grandes y pequeños está asegurada.
Si elegimos moldes que tengan un atractivo especial en ese momento para los niños (por ejemplo, dinosaurios o la Navidad etc), la actividad tendrá aún más éxito y dará para conversaciones que fomentarán más el lenguaje.